martes, 4 de enero de 2011

Llegas cada noche.

Quizás la vida siga, la gente andará calles a pie o en coche. Algunos seguirán hablando de Dios como si viviera en sus casas. Por otro lado, otros tantos tontos seguirán burlando a la muerte, unos más estarán llenando hoteles de vacías caricias y cuerpos llenos. A algunas mujeres les faltarán alas para encontrar su rumbo, contados hombres estarán trabajando para dos que tres. Seguirán transitando mentiras por la ciudad, seguirán saltándose los puentes, llantos estarán estallando, se seguirán vendiendo mil imitaciones de todo. Las distancias seguirán impidiendo perdones, alejando más al hombre de su hogar y dándole vueltas a los asuntos. Seguirán regresando mariposas a la panza de muchos adolescentes locos, fantasmas volverán del pasado a mitigar sedes presentes. Puede que sigan lloviendo a diario muertes, el noticiario seguirán sin decir nada interesante, el estúpido de la esquina seguirá gritando notas crudas de cuerpos sin vida y sin presente.
Quizás la vida siga dando vueltas a todos los que no hemos encontrado algo mejor que hacer. Bombas seguirán contaminando los oídos de tantos que creen que la paz se vende en bolsa. La vida seguirá matando días con ayuda del Sol. Yo, seguiré llegando tarde a casa, desayunando algo que no me gusta, cambiándole el aceite cada mes al coche, poniendo gasolina cada que él me lo pida. Seguiré componiendo para no aburrirme los domingos, para ganas algo de dinero. Seguiré pensando en la dulce cotidianidad de la que soy adicta. Seguiré dando vueltas por la casa mientras pienso por dónde empezar a limpiar. Seguiré hablando de cuanto mundo he pisado y de cuantas promesas no he cumplido. Mis vecinos seguirán estacionando su coche amarillo a las seis de la tarde siempre en el mismo lugar. Seguiré cenando con la mujer de siempre, dibujaré de vez en cuando para no escribir, seguiré con la única amiga que no ha querido besarme. Seguiré preguntándome cómo habría sido mi vida en otro lado, con otra comida, otros sabores, otros libros, otra profesión.
La vida seguirá su marcha, siempre perfecta imperfecta, siempre acomodándose donde no se entiende. Seguiré ahí acordándome de ti. Estorbarás a todos mis recuerdos.
Llegarás cada noche, siempre puntual a recordarme lo invalida de razón que soy.
Quizás la vida siga. ¿Y tú, en dónde sigues?

4 comentarios:

  1. Que la vida siga su curso.
    Que tu sigas marcha adelante.
    Y también, yo sigo aqui.

    ResponderEliminar
  2. Que rollo vius, me encontré con tu blog en la red, no manches, me encanta como te inspiras y lo que escribes, me da mucho gusto verte bien. tu sabes que no puedo agregarte al facebook pero pues ni lo uso de cualquier manera. Te quiero bastante y te recuerdo con mucho cariño.

    ResponderEliminar