domingo, 27 de marzo de 2011

Éramos

Somos el pasado más taciturno de la historia. Eras una libra de viento atrapada en algún helado de pistache. Fuimos una cama en dos ciudades, un grito de dolor bajo de volumen largo. Eramos la noche más soleada en el desierto, y tus manos eran la bandera más exacta en mis pechos. Yo era el alcohol que nunca pruebas, paseado por tu boca sobria.

Eras las flores de mar, los poemas hartos de mí, la mejor de mis canciones. Eramos el sudor del amor siempre hecho. Eramos lo nunca existido, eramos todo y eramos nada.

Eramos el espacio jamás pronunciado entre dos pechos que se encuentran de mañana. Eramos la complicidad de cuerpos, la verborrea de almas, el amanecer callado, el dormir temprano.

Eramos la carretera llena de suspiros, la llamada en invierno, la canción de Mayo, el adiós de Enero.

Fuimos el amor, el amor era nuestro. Fuimos lluvia e inundación, fui tus pestañas y fuiste mi lengua.

Eramos la cobardía de los años, el caminar cansado. Eramos la luna cuando no sale de noche. Eramos las palabras de amor.

Eramos siempre más las despedidas que las bienvenidas. Fuimos siempre la incertidumbre, el antojo, la sinrazón, la escopeta que parte los labios.

Fuimos los huesos, la sangre, el polvo, la sal, las gotas.
Eramos el beso, el abrazo, eramos el amor.

martes, 22 de marzo de 2011

Siempre hay algo de ti

Cuando te recuerdo se forma encima de mí una nube de nostalgia que quito con canciones estúpidas de amor. Leo cada una de mis manos sólo para corroborar que aún hay algo de ti, y sí, me detengo en alguna línea salida de lo normal. Y ahí, entre tantas líneas curvas y llanas me doy cuenta que siempre hay algo de ti. No sé si son recuerdos o besos estacionados en lugares prohibidos.

Después cuando llegan tardes medio nubladas, ventosas o escurridas de lluvia me pregunto ¿qué será de aquella que alguna vez se paseo entre mis calles? y sola me contesto que quizás te irá mejor sin mí, así ha de ser, si no ya hubieras vuelto.

Luego pasa lo peor, alguna canción estúpida se apodera de lo que fue y me imagino como sería si tú la hubieses mandado, y pienso: "de seguro nunca la ha escuchado", entonces pienso en mandártela en alguna duda, no pasa nada.

Otras veces, pierdo la brújula exacta hasta tu casa, me imagino que aún es el mismo camino, con el paseo ese tan largo para llegar hasta tu encuentro, hasta tus ojos que adoro tanto y hace tanto que no veo.

Después, cuando la luna se posa frente a mi casa, tu nombre en mis oídos revienta más que el tren de las dos de la mañana.

Me volqué el recuerdo para no llamarte y terminé escribiéndote. Me amarré las ganas para no buscarte y terminé abrazándote. Me aguanté las ganas de no escuchar tu risa y terminé llamándote.

Entonces ahí, detrás de toda esa mierda que se me ha llamado vida te recuerdo dulcemente metamizando mi existencia, parloteando sobre mi cabeza para darme cuenta que siempre hay algo de ti.

Entonces ahí, bajo ese montón de escombros de sensualidad tragados a golpe de pecho, surges tú entre mis piernas para recordarme que siempre hay algo de ti.

Ven, bésame y recuérdame que donde quiera que esté, donde quiera que pise, donde quiera que muera, donde quiera que escriba, donde quiera que duerma, donde quiera que llore. Siempre hay algo de ti.

domingo, 6 de marzo de 2011

Dueles

No sé en qué dueles más.
Quizás en donde estés duelas lo mismo.

Dueles en Lunes.
Dueles en mi tiempo.
Dueles en tu distancia.
Dueles en re menor.
Dueles en mí.
Dueles en besos.
Dueles en Martes.
Dueles en todo el cuerpo.
Dueles en mi boca.
Dueles en mis días.
Dueles en silencio.
Dueles en suspiros.
Dueles en Miércoles.
Dueles en mis pasos.
Dueles en mis dedos.
Dueles en mi canción.
Dueles en mis piernas.
Dueles en mi casa.
Dueles en Jueves.
Dueles en tu despedida.
Dueles en mi cama.
Dueles en domingo.
Dueles en mi locura.
Dueles en mi marea.
Dueles en Viernes.
Dueles en mi cielo.
Dueles en manejar.
Dueles en noche.
Dueles en salida.
Dueles en mi cansancio.
Dueles en Sábado.
Dueles en tu andar.
Dueles en mis cuerdas.
Dueles en ti.
Dueles en mis brazos.
Dueles en momentos.
Dueles en Domingo.
Dueles en mi luna.
Dueles en mi soledad.
Dueles en verde.
Dueles en lágrimas.
Dueles en tanto.

Dueles a diario.