domingo, 22 de enero de 2012

Soy

Últimamente se me ha dado la necesidad de recorrer carreteras como si fueran cuerpos en tiempos del cólera según mi Gabo. Gracias a esos contratos de exclusividad de amor me permití verme desnuda ante un espejo y advertir los ríos que cargo en la espalda, y así, darme cuenta lo que soy; lo que a veces soy, lo que a veces olvido, lo que a veces duele, lo que aveces pierdo.

Soy los collares que cargo en mi cuello como si fueran aforismos de algún amor pasado.
Soy la herida de mi brazo derecho; esa que me ha hecho no usar prendas de vestir que dejen ver más arriba de mi codo.
Soy una fotografía llena de tierra y telarañas que cuelga en la casa de mi abuela.
Soy el viento de Tlaquepaque y el tequila que derramo cuando ya no puedo cargar al alma.
Soy la risa del niño chimuelo que seca mis lágrimas con un chicle de cinco pesos.
Soy la tierra que pisan las indígenas que visten de colores llamativos y manchados de injusticia.
Soy mi garganta destrozada porque no la escuchan cuando habla de tristeza.
Soy Cabral enamorado de Manuela.
Soy Sabina con su Abelardo y su Eloísa.
Soy Silvio con su Cuba rota.
Soy la edad del tiempo en un reloj de arena.
Soy Andrés con la combi vieja de su patrón.
Soy la historia debajo de la cama de la casa que era mía.
Soy las cosas que no escuchas y la duda que no quieres resolver.
Soy el santo al que le reza mi madre y ese del que se esconde mi padre.
Soy la hermana de un hombre que enseña a una mujer a no perderse en una ciudad desconocida.
Soy la amante de unos ojos que nunca debieron dejar de mirarme.
Soy el espejo roto del baño de mis tíos, su fe y su sierra.
Soy la libertad perdida del esclavo que amó al gusano que le apretó las cadenas sin llave.
Soy la amiga de una mujer que murió asesinada y fue tirada en una carretera por un hombre al que aún no perdono.
Soy la que se fuma recuerdos para no tragárselos e indigestarse con ellos.
Soy la hermana de otro hombre el cual no deja que una mujer se pierda en su propio cuerpo.
Soy la exnovia de una loca que usa acento, punto y coma como si fuera un conejo detrás de un tractor.
Soy quien viaja porque no encuentra otra manera de curarse las penas.
Soy las deudas de mis viejos que cada vez me hacen más lamentosa la estadía sobre sus canas.
Soy la canción que aún no termino porque esa mujer todavía no está conmigo.
Soy la que mueve las estrellas cuando arranca una flor.
Soy la que no teme a quedarse bajo un río para que le fluyan las ideas acompañadas de licor.
Soy el mundo que gira cuando en Tlayacapan la banda me guía el camino.
Soy la que baila en Saltillo para irse a enamorar a Monterrey.
Soy quien elige siempre salvar a su hermano.
Soy quien decide siempre salvar a su amigo.
Soy quien besa con los ojos cerrados para imaginar que la besan igual.
Soy quien no puede dar consejos porque hace falta tener los dedos más añejos.
Soy quien a una mujer no olvida por el escenario perdido.
Soy nieta de una mujer de pequeñas manos, grandes pechos, pocos amigos, y muchos recuerdos.
Soy una oración que va camino al cielo.
Soy la iglesia a la que nunca entro.
Soy el hotel que sostiene mi cuerpo y no tiene estrellas.
Soy Coyoacán sin los colores un veinte de enero.
Soy las ojeras de mi madre.
Soy lo blanco de la cabeza de mi padre.
Soy la hermana de dos hombres; uno que se cura las heridas tomando fotografías y otro que se lame las cicatrices en la ciudad de México. Los dos bellos por igual. Los dos amados a tiempo.
Soy la profesora de un montón de adolescentes a los que no puedo explicarles el mundo, pero si los puedo hacer soñar.
Soy las trenzas de mi sobrina chamagosa; su sal y su barro en las mejillas.
Soy la nostalgia de mi abuelo al que nunca conocí.
Soy el canto de los pájaros muertos en alguna revolución.
Soy mi pie plano y el cansancio de mis pies.
Soy la que no se cree los halagos de la gente.
Soy el mar amarillo a través de mis gafas de sol.
Soy París sin ti.
Soy un puente.
Soy un libro.
Soy Alicia.
Soy España.
Soy México.
Soy vino.
Soy agua.
Soy perro.
Soy gato.
Soy esas enaguas ensangrentas que fecundan niños para limpiar lágrimas con chicles de cinco pesos.

Soy todo, menos lo que tu corazón mastica.

12 comentarios:

  1. Eres toda la imagen, la lista infinita de cosas, situaciones, gente que conviven en la vida misma.
    Hermoso y maravilloso texto, Viviana. Me encantó.

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  2. Eres más que eso, eres las ganas insaciables de vivir y eres todo lo que tu ser aún tiene para entregar. Sólo que todavía no llegas al lugar que correspondes, sigue andando y muy buen viaje!!!

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    1. Pues la maleta ya la tengo lista, me falta el mapa, o quizás pueda hacerlo en el camino. Muchas gracias. Un besito.

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    2. Que bien, el mapa no lo necesitas así podrás sorprenderte con todo lo que el camino te reciba. Yo te mando 2 ;)

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  3. Eres y vives por el amor... Por el que dejaste olvidado en una carretera en el mes de mayo.

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  4. Eres mis pedazos de alma derramados debajo de mis ojos al final de este texto que me ha hecho temblar al saber que, hay una mujer a la que amo pero que no me ama.

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    1. Si no te ama es mejor alzar el vuelo, quizás no sepas cuándo es bueno hacerlo; pero, nunca es tarde. :) Un abrazo.

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  5. TODO ESTO ES UN DERROCHE DE VIVENCIAS APRENDIDAS, DISFRUTADAS Y TAMBIÉN SUFRIDAS, PERO ESTO ES LO QUE NOS HACE SABER LO QUE QUEREMOS Y A DONDE NOS DIRIGIMOS.
    GRACIAS POR REFLEJARNOS DE ALGUNA MANERA LO QUE TENEMOS Y LO PODEMOS DISFRUTAR DE LA VIDA, COMO SON LOS PLACERES DE AMAR,Y
    DE VIVIR.

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  6. Te faltó decir que eres un abrazo sincero, ese que un día me regalaste.

    Te admiro y te quiero. Hasta la eternidad

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    1. Y yo te admiro a ti, y te quiero de una manera hermosa. Muchas gracias por todo. En verdad te digo que eres una mujer muy valiente y muy bella.

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