viernes, 26 de abril de 2013

Te quise tanto

Te quise tanto que moví al mundo de lugar para que no te diera miedo cuando las estaciones cambian su rumbo.  Tú no puedes dormir con abanico y yo no puedo dormir lejos de ti.  

Te quise tanto en primavera que, cada árbol se iluminó con un columpio de tu risa para traerte los recuerdos dulces de la infancia y así, no temieras por el primer día de trabajo.  Yo nunca he gustado de oficinas y tú; tú adoras los zapatos altos, la camisa limpia y sin arrugas, el café caliente en la mañana y la rendición del alma por las tardes. 

Te quise tanto en invierno que, cada copo de nieve lo incineré con distancia para así supieras que de amor nadie se muere, pero tampoco vive.  Tú siempre has dicho todo de frente, y a mí; a mí me cuesta tomar el micrófono cuando eres tú todo mi público. 

Te quise tanto en otoño que, te regalé libros con etiquetas vencidas y usados, para así supieras que soporto el saberte en otras manos mientras se mantenga en tus labios un avión cargando dicha a medio despegar.  Tú siempre has amado los viajes y la historia, yo prefiero caminar por calles antiguas imaginando son tus pechos las ruedas de las bicicletas con las que me cruzo al andar. 

Te quise tanto en verano que, mandé una lancha a la mar para que no te fueras en tiempos de tormentas, para que tus oídos escucharan a las sirenas cantar y no dudaras que un faro siempre va a estar allí para salvarte.  Tú siempre has sido barco y yo faro esperando ya no quieras volver a zarpar. 

Te quise tanto que moví al mundo de eje, y ni así pudimos habitar la misma playa. 

No sabíamos que existían los totopos

Cuando mis hermanos y yo éramos niños, no sabíamos que existían los totopos.

martes, 23 de abril de 2013

Las simples cosas

Te diré que acá todo sigue siendo un poco igual.  Por otro lado, el amor, las alas y las ganas ya se han roto.  No es necesario curar todas mis heridas de un solo golpe, ya lo he hecho desde la infancia y las marcas las dejé para cometer las que no he aprendido aún.  La cicatriz que tú dejaste ha empezado a ceder; sí, apenas a comenzado a borrarse.  Me hicieron necesarios años enteros para darme cuenta que también eres de carne, hueso y suero, nada te sobra, nada te falta.  La luz mayor del medio día es tan áspera en tu ciudad que me hizo verte tal cual eres.  No, ya no estaba el velo de la vergüenza, ni la desdicha aplazada, ni las obseciones taciturnas, ni la cegera amorosa que tantas veces me hizo llevarme las manos a la cara para acomodarme el llanto.  

Regresé al lugar de las heridas a hacerme unas nuevas.

viernes, 5 de abril de 2013

Geografía y Física

Hoy caí en cuenta que despertaba tarde porque tú te ibas temprano.  Me quedé unos minutos en cama pensando cuántos ojos tendrían la fortuna de verte reír con esos gestos que miro hipnotizada cuando hablan.  Después bajé a hacer algo de desayunar y a terminar de limpiar los estragos de la gran noche que tuvimos: cervezas, amor, desnudez, dedos verdes, complicidad, comida, y más amor.  

Recordé que tengo una junta de trabajo a las cinco de la tarde, que quizás a esa hora yo tendré tantas ganas de besarte, por eso preferiré estar bajo tus manos a seguir escuchando un montón de cosas ya sabidas.   Y es que siempre quiero estar besándote, cuando estoy lejos de ti beso la rutina y la tristeza del mundo, con eso te beso a ti también.  

Hay veces que regreso del trabajo llorando y no te das cuenta.  Las lágrimas para ser estudiadas con su razón y ser me remontan a cuando los cuerpos caen.  No sé si los líquidos y los cuerpos tengan las mismas ley dependiendo del peso que los mueve.  Un cuerpo es lanzado desde el techo de un edificio de altura x0 con velocidad v0, determinar las ecuaciones del movimiento, la altura máxima y el tiempo que tarda el cuerpo en alcanzar el origen.  ¿Las lágrimas serían el cuerpo? ¿El edificio son los ojos? ¿El movimiento es el tiempo que tardan en secar?  Aún recuerdo esa cuestión que en preparatoria no comparaba con una lágrima.  

Hay momentos en que una melancolía se come mis calcetines y tú preguntas por qué uso zapatos deportivos.  Quizás quiero correr a donde no he encontrado el camino.  Pero eso sí, siempre uso los zapatos que aceptan compañía.  La tuya.  Despejemos la incognita, entonces.  

Mientras paseo por la boca un hueso de ciruela, las nubes están dando vueltas jugando a no dejar entrar al Sol a la Tierra.  Y es que estamos mal cuando decimos que hoy no salió el Sol cuando está gris el día, más bien es al revés: El Sol hoy no entró a la Tierra, por eso todo se ve oscuro y sin color, porque el Sol es un astro fuera de nuestro planeta, si saliera estaría dentro de nuestro mundo  y pues no. 

En fin, hoy que no entró el Sol, ya quiero que llegues para explicarte mi nueva versión geográfica y física.  La geográfica que hable de la relación del sol con este planeta.  La física que explica el movimiento de tu cuerpo junto al mío, o sea, la cinemática que construimos día a día. 

PD. Un cuerpo es lanzado desde el techo de un edificio de altura x0 con velocidad v0, determinar las ecuaciones del movimiento, la altura máxima y el tiempo que tarda el cuerpo en alcanzar el origen.

Así decía un profesor.