jueves, 7 de noviembre de 2013

Respiras

Respiras y el universo respira junto contigo; levantas planetas en el borde de tus pestañas.  Otra vez me despierto a las tres de la mañana para poner mis ojos en el techo donde las estrellas juegan a ser amantes secretas de algún planeta melancólico con dolor de cabeza.  Me ha quedado claro que en ocasiones, las alteraciones físicas de la Tierra duermen bajo tus codos y, entonces, quisiera toparme con todos los mares del camino para encontrarme contigo.  Tengo dos montones de maletas llenas de recuerdos, pero de esos que nunca se van para que nunca tengas que regresar, por todo eso, me pinto un te quiero en el borde de mis uñas, porque te quiero, así, simple; eterno.